jueves, 10 de septiembre de 2015

Eurídice I

Eurídice ha vuelto a gemir. Camina soñando con ser de nuevo sonámbula. Sueña con ser un ser de sueño inventado, una figura inerte de belleza incomparable que se inventó a sí misma entre la red de las ideas pausadas y cazadas como mariposas tan breves.
Eurídice caminó, caminó y caminó durante años, llevaba la mano en el vientre porque le colgaba la entraña. Sujetaba fuerte, con su puño escueto de versos pulidos. Apretaba suave porque no fue nunca fuerte, fue desordenada en impulsos que apartaban avispas. Fue y nunca luchó y al mismo tiempo lanzaba brazos y dedos como dardos. Movimientos convulsos de danzas de vanguardia.
Cantó...calló. 
Y quedó en silencio porque Eurídice dejó de hablar y ya nadie escuchaba su gemido, porque era silencioso y el gemido se enredaba en un tela de araña interior y recorría todo los ángulos de su cuerpo breve como la mariposa que se detuvo. 

Tela de araña, tela de araña, tela de araña...

- ¡Eurídice vuelve!

Y el cuento se recontaba, una y otra vez, una y otra vez...como la tela de araña que se tejía en el colmao de su alma. 

- Tengo rosas de azahar y serenas para el pelo, tengo trenzas, figuras de miga de pan ajadas por el tiempo, baratijas y chucherías, entretelas y rebozos y besos, colgajos de besos para el pelo.

Y se quedaba dormida.

El sol transformaba el colmao en desierto y ella, pluma de pájaro incólume, solo podía dormir.

- Duerme Eurídice, duerme en mi canción y olvida qué puedan significar las palabras. Grita Eurídice, grita y gime y canta una canción desafinada que espante al horror de los pájaros de hierro que quieren desvelarte, desvelarnos.

Y dormía Eurídice y durmió tanto que el desierto de su alma desvencijada se quedó despoblado, sereno como la serena, como los hijos de la oscuridad.

Y el tiempo se la quedó esperando en los capullos de las flores, en los estambres de las abejas, en la miel de las mariposas. Y para cuando despertó ya nosotros no encontrábamos el lugar de las cosas, porque ella en su danza digital había movido los significados para no asustarnos, para que pudiésemos algún día anidar.

Quedamos quietos, por vocación, y decidimos callar. Ella entonces, no podía cerrar los ojos aunque estaba dormida.

martes, 8 de septiembre de 2015

Just be normal


He estado con ella, hemos visto el mar en la noche. El Mediterráneo que se parece al Atlántico y esta ciudad que ya no se parece a nada. Hormigón, tetrabriks, ropa de todo a 100. Es más hermoso el olor del Guadalquivir, el sabor de las flores del naranjo, el olor de la madera quemada, la lluvia, tal vez la lluvia.
Tengo los dedos pegados entre sí, escribo saltando desde las esquinas curvas de mi mano unidédica. Miro el teclado y quiero salir corriendo. ¿Dónde va la gente cuando sale corriendo de casa? 
Presente perfecto, el pasado que se alínea con el ahora, dicen también que es el pasado que está más cerca del presente. Será tal vez el recuerdo inmediato, ¿es el recuerdo inmediato más perfecto que el pasado, el lejano?
Aún he estado con ella, aún hemos visto el mar de noche. Tan solo porque fue ayer, aunque no fue perfecto. 
He escrito, hace unos minutos he escrito y he querido salir corriendo. Tengo los dedos pegados, había rebabas de asfalto derretido en el camino hacia casa, se me ha quedado pegado entre los dedos y ahora me cuesta escribir. 
El recorrido, el descenso, la planicie, la lluvia, al menos la lluvia, el asfalto, los edificios blancos grises blancos con aluminio y blancos sin alumninio, cortados con la fresadora de una máquina descomunal y los parques en proceso, los cables del riego automático, el underoverground sin letra cursiva y el monstruo derretido, gigante, ha crecido, visible, ha avanzado avanzaba* por el túnel y también como a mí se le ha quedado quedaba* pegado al cuerpo el asfalto a la masa que hoy ha formado y se ha hecho más grande y me ha mirado miraba* con ojos de asfalto y ha decidido no tocarme esta vez. Yo no me he movido, le he mirado a los ojos y he permanecido inmóvil, como ahora, con los dedos pegados y el pecho alineado.

Y siempre el paisaje, la anchura de esta tierra, los horizontes de arena y tierra seca, los árboles alineados, las casas desconchadas y la soledad, el vacío, la nada. El paisaje, tan solo el paisaje que perdona y persigna y se calla, se calla. 

*Obviously the Imperfect is more perfect than the Present Perfect. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

"Santidad del corazón" Cat Catalist

'Holiness of the Heart' by Cat Catalyst.

Spanish translation and vocals by Olga Navarro Romero.

The written translation in English, French and Spanish can be found here:

https://soundcloud.com/catcatalyst/holiness-of-the-heart-spanish